Joaquín Ganga

El pequeño pueblo de El Palmar, en Murcia, podría parecer un lugar de nacimiento poco probable para un artista del tatuaje cuyo estilo hiperrealista ha cautivado a celebridades como Drake, Jesse Williams y Odell Beckham, por nombrar sólo a algunos. Pero las paredes de la ciudad sirvieron de telón de fondo ideal para que Ganga practicara su arte desde muy joven. Cuando era un joven grafitero, Joaquín Ganga pasaba las tardes con su padre viendo Miami Ink, quedando fascinado por la forma en que los artistas del tatuaje ayudaban a los clientes a convertir sus cuerpos en obras de arte vivas. A los 17 años, con el dinero que ganó pintando la fachada de una frutería, compró su primer kit de tatuaje barato y empezó a practicar con sus amigos. Poco a poco, la demanda creció, y Ganga hizo las maletas y buscó su destino. Viajar por todo el mundo, incluyendo lugares como Nueva York, Miami, California, Tailandia, Dubai y Alemania, por nombrar algunos, dio a Ganga una dosis muy necesaria de experiencia en la vida real. Al conocer y colaborar con artistas de todo el mundo, empezó a perfeccionar su propio estilo, que llevó el hiperrealismo en los tatuajes al siguiente nivel. Un encuentro fortuito con David Megias, productor y diseñador de DMW BRAND, hizo que Megias pusiera a Ganga en contacto con varios futbolistas de alto nivel, lo que le permitió entrar en el mundo de los famosos y elevar su perfil de la noche a la mañana. Una gira posterior con Drake -en la que no sólo tatuó al propio rey de OVO, sino a otros como Popcaan- consolidó el lugar de Ganga como uno de los artistas del tatuaje más interesantes de nuestro tiempo, llamando la atención de Chris Brown, Lil Pump y Odell Beckham Junior, por nombrar sólo a algunos. Después de abrir un estudio de tatuajes en su ciudad natal, Ganga pasó a crear "Metamorfosis", una hazaña innovadora y que batió récords, en la que creó el tatuaje más grande del mundo: un retrato de Salvador Dalí en dos metros cuadrados de cuero. "Soy de España y Dalí siempre ha sido una inspiración para mí y he estado pensando qué hacer para conservar una pieza de mi arte para la eternidad, ya que los tatuajes siempre desaparecerán con la persona que los tenga una vez que fallezca, así que decidí hacer esta pieza y mostrar el amor que tengo por Dalí a través de ella. Me llevó tres meses de trabajo", dice Ganga. Su detalle intrincado y su realismo casi onírico distinguen a Ganga de muchos de sus contemporáneos, y su estudio de tatuajes Ganga, con sede en Los Ángeles, se está convirtiendo rápidamente en un centro cultural en el que actores, raperos, atletas y aficionados al tatuaje pueden hacerse tatuajes realistas, microrrealistas, de línea fina, tradicionales o neotradicionales. Lo que comenzó como una experiencia de unión con su padre viendo imágenes en movimiento de artistas del tatuaje viviendo sus sueños a miles de kilómetros de su pequeño pueblo de El Palmar se ha convertido en un movimiento global. Ganga no se conforma con dormirse en los laureles, sino que siempre busca utilizar su talento de formas nuevas y emocionantes. Desde una próxima colaboración de zapatillas que seguramente sacudirá el mundo de la moda, hasta la retribución de clases de arte para niños, el trabajo de Ganga no ha hecho más que empezar.